Hay un runrún supremo, una mosca gorda y azulada, que incluso ya súper osada, se posa sobre el lóbulo de nuestra oreja, para advertirnos de algo que tú y yo sabemos, y es que el hecho de que el señor O. no esté en la cárcel, y ni siquiera le hayan retirado el pasaporte es tan escandaloso, tan flamante, que es casi inevitable empezar a inferir otro nivel de interpretación. Antes de seguir, un pequeño inciso, porque reventamos si no…