—El jurado de este tribunal declara al acusado del cargo de cuatro asesinatos INOCENTE.

Pareciera que me salvé, pero no fue así. A las tres semanas otra vez estaba en un juicio. El gobierno de los EEUU me demandaba por un delito contra la salud pública. En los siguientes días, comenzaron a salir en la televisión gente que aseguraba que había quedado completamente traumatizada por la experiencia de ir al Kalifornia’s. Estas personas afirmaban haberse convertido en verdaderos kaliforniápatas. Algunos, de hecho, en el juicio aseguraron haber perdido todas sus fortunas, algunas de ellas descomunales, en ese negocio, por no poder parar de ir. Lo que pasó a continuación es que el juez me encontró culpable y dijo esta sentencia que el narratario me ha dicho que diga:

—Bla, bla, bla, por eso el Estado de California le condena a pasar 5 años en el extranjero y el Kalifornia’s deberá cerrar sus puertas. Esta es mi sentencia (dos golpes).

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *