Mentir en política debería ser un delito que inhabilitara de por vida a los políticos a dedicarse al servicio público. En el pre-debate se debería informar a los medios de qué datos se van a manejar. Y durante el debate, el medio ofrecer el dato y la fuente real que se está mencionando, junto con el link, para que pueda ir a consultarlo.

Si se demuestra que un gobierno ha manipulado las fuentes originales de cara al debate, este gobierno debería caer ipso facto.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *