Clara Baltar

El testimonio de Clara Baltar añade una capa más sobre la posible culpabilidad o inocencia de Alfonso. Según el documental ONenúfar, ’En el juicio, se fijó las 18:23 como la hora en que Clara Baltar pudo ver a Asunta con Alfonso Basterra caminando por la calle’. La pregunta es clara: ¿de dónde venían y hacia dónde se dirigían? Nadie ha dado una respuesta clara al respecto.

Incluir las fotos que están en la carpeta clara.

En el documental ONenúfar, explican claramente el estado de la cuestión sobre esta pieza del puzzle. Los tiempos no parecen coincidir, a pesar de que la cámara del Santander era la misma. No se hizo un esfuerzo por sincronizarlas todas, para integrarlas todas en una narrativa cronológica. Se dice que el ticket de la caja registradora posiblemente no estaba sincronizado. Tanto la defensa como la acusación tuvieron acceso a esta información de Clara Baltar pasando por el banco Santander, cuando antes había pasado la madre de Asunta, y ninguno quiso usarla en el juicio.

A día de hoy, nadie ha dado una explicación integrada de cómo compatibilizar el testimonio de Clara Baltar, el cual tiene una gran potencia evocadora de verdad, y la trayectoria de la Asunta que va con Rosario con la Asunta que va con Alfonso. Si el juez dijo, la prensa dice que asunta volaba, también en este caso se puede afirmar que Asunta se desdoblaba, que era una dislocación cuántica, y que podía estar en dos sitios a la vez sin perder su unidad.

Los racionalistas afirman que creer en Asunta 1 implica negar a Asunta 2. Esto es, si creemos en que Asunta estaba en el coche con la madre a esa hora pasando por la cámara del parlamento, entonces, debemos rechazar el testimonio de Clara Baltar, sin que ello suponga negar el trasfondo de sinceridad de Clara, o su buena voluntad. Los expertos en testigos hablan de la sensible volatibilidad de la memoria, de su extrema subjetividad, de la convicción del ego por creer como verdadero aquello que recordamos dentro de una virtualidad en movimiento, como es la memoria.

Nadie ha cuestionado hasta el momento que Clara Baltar tuviera intenciones oscuras, que hubiera preparado metódicamente su testimonio, dándole tonalidad de verdad, que hubiera sido parte de una conspiración por implicar o explicitar la complicidad de Alfonso en los hechos, contra quien hasta la fecha, había indicios, pero ninguna prueba concluyente.

Nadie quiso meterse en la red de intereses ocultos de la sociedad gallega, en el apellido de la familia Baltar y sus hipotética imbricación con hipotéticos sectores de la economía sumergida y del mundo de la política, implicaciones que en la red se ponen blanco sobre negro, pero sin ir más allá, puesto que esos caminos se hunden en el barro, y para sacar esas raíces, hay que ensuciarse demasiado las manos, y ninguno de nosotros, los ciudadanos de a pie, tenemos capacidad para entrar en el lodo.

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