Ultrapsicópates 2: Las cárceles a crédito

En toda Europa, las monarquías han caído, en toda Europa, menos en Reino Unido. Lo lógico sería que al caer los estados, cayeran también las monarquías, puesto que eran los estados, con los impuestos de los ciudadanos, los que las subvencionaban. Pero quien tenga profundo conocimiento de esta monarquía y de su papel en la estructura faraónica, sabrá que esta organización está a prueba de revoluciones. Y que antes de que tú las veas venir, ella ya ha ido y vuelto mil veces.

También sabrás que la monarquía inglesa es una empresa. Siempre lo ha sido. Y que antes de la revolución, el suelo que pisaban los ingleses no era todo del Estado o de particulares, también había suelo a nombre de la monarquía.
Así que la revolución le ha venido de perlas, porque ahora, que todo es privado, la reina ha sacado los papeles de los archivos del reino para demostrar jurídicamente lo que es suyo, lo que está a nombre de su familia, y no solo es que ha sabido sobrevivir a la privatización de los estados, sino que ellos han participado activamente en él, y han comprado todo lo que han podido y más. Entre ellas, las cárceles, que ahora son de su propiedad, y es su principal fuente de ingresos.

Y la cosa funciona así. Quien quiera poner a alguien de patitas en la cárcel, después de ser juzgado en la plataforma de Populus, QUE LO PAGUE. SÍ, QUE LO PAGUE. Si no tiene dinero, PUES QUE PIDA UN CRÉDITO.

Así es como funcina el sistema ultra neoliberal. TODO SALE DE TU BOLSILLO. Y si no tienes nada en él, ADIL, el bueno, el ínclito, el maravilloso, te dará un crédito, crédito ilimitado, para consumir, gastar e invertir en lo que quieras. Así pues, ahora, todos los que sean juzgados por el populacho, a través de voto electŕonico, en Populus, tendrán que hacer un TIMBA, sí, así se dice, una TIMBA, para meterlos en la cárcel, y cómo no hay muchas en Europa, todos los criminales, ahora van a UK.

Tanto es así, que la monarquía inglesa está pensando muy seriamente en repetir la jugada, y convertir a Australia, antigua colonia, en un país cárcel. Y ya están en negociaciones con ellos.

Pero, una vez más, yo no venía aquí a hablaros de esto. Sin embargo, me veo obligado una y otra vez a poner al lector en contexto. A sabiendas de que ahora la información puede viajar en el pasado, y muero de ganas porque así pase, y hablarte a ti, sí, a ti, lector que no eres de mi tiempo, y que quizás no tengas ni idea de lo que está pasando aquí, que es una AUTÉNTICA LOCURA, TODOS LOS DÍAS AQUÍ SON FIESTA. Qué digo todos los días, cada hora, cada minuto, cada segundo pasa algo GORDO, muy GORDO, tan GORDO que los cronistas de esta época no dan abasto para narrar todos los acontecimientos que se están sucediendo, y mucho menos, hay tiempo para reposarlos y analizarlos sopesadamente. Esto es todo un galopar A MATACABALLO constante.

Y mientras escribo esto, narro en directo, cómo me dirijo hacia este país anglosajón, yo y unos cuantos colegas más. Llevamos muchos años planeando esta operación. Que repito por si has perdido el hilo, SALVAR AL BUENO DE MUDSLEY. Porque lo que el inhumano estado inglés estaba haciendo con él pasaba ya de castaño oscuro, después de los buenos servicios que había rendido a la comunidad. Y ahora, que las cosas son diferentes, para él sigue igual, porque a cuatro imbéciles se les ha ocurrido la feliz idea de pagar su estancia en la cárcel, porque se han creído lo que en su día la prensa dijo de él, de que era un CANÍBAL, y tendrán miedo de que el bueno de Mudsley se los coma a ellos por los pies o por sus partes blandas, que es lo que yo haría, porque qué duda cabe de que son las más jugosas, las más sabrosas y finas al paladar. Lo demás, MEH.