Todes queremos creerte, de verdad. Y no solo nosotres, sino mucha gente en este pueblo, que te ha visto corretear desde chico por estas calles y estos campos. Sí, desde que eras un niño, y la inocencia habitaba tu corazón, y el pueblo te parecía muy grande, y ya desde entonces tenías el presentimiento de que hicieras lo que hicieras, este iba a ser, para siempre, tu lugar en el mundo. Y es que, como decimos, nosotres, todes, queremos creerte,…