—Buenos días, la detective Krahmer, del departamento de homicidios del FBI. Me gustaría hacerle unas preguntas si no le robo mucho tiempo. —¿Si no le robo mucho tiempo? ¿Por qué dice eso cuando está obligada a hacérmelas ya que para eso le pagan? Pase, pase, siéntese. —Gracias, prefiero dar un paseo por su despacho, si no le importa. —No, no me importa, al revés, me halaga que se interese usted por mi universo. Espero que los libros no la aburran,…