Yo, como se dice en la calle, no es por criticar los propósitos vitales de los hombres patriarcales que derivan en asesinos para poder sentirse superiores a seres que supuestamente y de forma paradójica, son inferiores, como las mujeres.

No, no es por criticar, repito, los propósitos vitales ni de los asesinos ni de nadie, porque como dicen por ahí los neoliberales, ¿acaso no estamos en un país libre? Pues yo con mi dinero, hago lo que quiera.

JAJAJA, permítanme que me sonroje con el pensamiento neoliberal, ante su falta de pudor.

Y, por tercera vez, que ya me voy pareciendo a Ramón T. Cristo:

Yo no es por cuestionar la función humana, el qué he venido yo a hacer aquí, al planeta tierra, ni de este señoro ni de ’naide’.

Ahora bien.

Si me gustaría, con el permiso del señor asesino, constatar la falta de originalidad, retomando lo dicho ya en el post anterior.

Y es que, abundando en lo ya dicho, el placer del sometimiento y el gusto por la sumisión, para que los que se sentían pequeños y acomplejados, pudieran tener su momento de gloria, es algo con lo que los faraones lastran el desarrollo espiritual de la humanidad, sí, un lastre, aunque desde su moral, ellos lo sientan y lo experimenten como disfrute.

Tristes redes neuronales.

En la serie Catalina la Grande, vemos cómo los serviles le chupaban los pies a la corte de Pedro el Cruel, y cómo estos mal llamados ’nobles’, tenían el derecho de disponer de las vidas de sus esclavos, azotarlos, torturarlos y todo lo que hiciera falta con tal de que ellos pudieran seguir sintiéndose eso, nada más y nada menos, que superiores.

Ahora, ya no es el poder de la sangre, sino el poder del dinero, lo que ha democratizado la estructura del mal, esto es, que el mal, a través del dinero, sea un lujo que cualquier mediocre sin sangre real se pueda permitir, como es el caso del asesino de TimeSquare.

Y esto en la serie de NetFlix queda meridianamente explicado, o sea, que nadie puede eludir el análisis de los hechos desde la perspectiva del dinero.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *